Este magnífico y mudo testigo de lo que fuera la gran fortaleza de la ciudad se levanta frente a una plaza cívica moderna.
Aunque su estructura fue parcialmente demolida en el siglo XIX y vuelta a construir en el XX, ostenta una sencilla fachada que mira al mar, con su gran portón de arco de medio punto en el que se advierte un galeón labrado en la piedra. Sobre la puerta sobreviven los restos del garitón de vigilancia y las escalerillas que daban acceso al paso de ronda. Estando de pie bajo la puerta, puede verse al otro extremo de la ciudad la vieja Puerta de Tierra.
Demolida a finales del siglo XIX, la Puerta de Mar fue la primera entrada a la ciudad amurallada cuando eran navegantes y no peatones los que llegaban hasta aquí. Tuvo que ser reconstruida en 1957 y cuarenta años después se unió con un nuevo lienzo de muralla, al Baluarte de Nuestra Señora de la Soledad.
Una vez atravesada la puerta se puede apreciar el malecón y las puestas de sol sobre el mar. Casi enfrente del Centro de Convenciones y Exposiciones una mujer de piedra mira con nostalgia lo lejano. Es la novia del Mar, una escultura debronce rindiendo homenaje a un poema de José Narváez Márquez. Este paisaje es el lugar del Bazar Artesanal Ah Kim Pech, un espacio lleno de hamacas y mecedoras, bordados y objetos hechos con madera o palma de jipi, petates y abanicos pintados a mano.